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La Estrella como Simbolo para nosotros los humanos

 

 

El símbolo de la estrella

 

Posiblemente la estrella es uno de los primeros símbolos que el hombre primitivo pintó en una pared o grabó en una roca. Todos los pueblos del mundo han visto reflejado en las estrellas las fuerzas y los mitos con los que se ha creado el cosmos. En la antigüedad, un gran número de grandes dioses provenían o representaban algunas de las estrellas y planetas que por las noches brillaban con más intensidad.

 

Las estrellas son emblema de sabiduría y faro de conocimiento. La luz de las estrellas brilla en la oscuridad de la ignorancia y las negras tinieblas del pecado. Son muchas las culturas que han vinculado las estrellas con el destino según reza la máxima de que “el destino de los hombres está escrito en las estrellas”. Las estrellas actúan según el macrocosmos en donde se encuentran y por tal razón el microcosmos se ve directamente afectado por ellas.

 

Las estrellas fueron desde la prehistoria las imágenes que el hombre asoció con sus guías y tutores. Pero como símbolo universal, las estrellas han tenido un protagonismo muy especial en tres sectores de nuestras vidas: la religión, la política y la magia blanca o negra.

 

 

La estrella como fuente de luz representa simbólicamente a los espíritus brillantes del oscuro firmamento nocturno, el eterno conflicto entre las fuerzas espirituales de la luz contra las fuerzas materiales de las tinieblas. 

 

Grandes diosas como Afrodita, Isthar o Inanna eran en todas las culturas el gran lucero de la tarde y del alba. La gente al contemplar dichas estrellas empezó a adorarlas con petición de deseos y prosperidad. La diosa sumeria Ishtar era la diosa que representaba a la fertilidad. Los egipcios también tenían a Isis como diosa de la fertilidad y la maternidad. Isis era esposa de Osiris, señor de los muertos cuya alma habitaba en la constelación de Orión, mientras que a Isis se la asociaba con la estrella Sirio.

 

Durante siglos las estrellas han orientado al viajero nocturno, tanto en el mar, como en la tierra. Los mismos 3 Reyes Magos se guiaron por las estrellas para localizar el lugar donde el propio firmamento nocturno anunciaba el nacimiento de un rey de reyes.

 

Dentro de sus muchas características, hay una que ha dejado al ser humano impresionado: su inmensidad. Son tantas, que no se pueden contar, pareciendo infinitas. Para el Antiguo Testamento el gran número de estrellas representa la descendencia prometida a Abraham. Para la Iglesia tantas y tantas estrellas en el cielo, representan al gran número de razas y pueblos acogidos bajo el manto de Roma.

 

La propia Virgen María es representada portando una corona de estrellas sobre su cabeza. Todos los seres humanos han quedado sorprendidos por el inmenso espectáculo que cada noche las estrellas nos ofrecen. No es de extrañar que tantos y tantos pintores, como Vincent van Gogh, hayan preferido pintar el ,cielo de noche,… a la luz de las estrellas!!!

 

 

Platón describió a las estrellas como “la forma móvil de la eternidad”. Nut, la diosa egipcia del cielo nocturno, se mostraba dando a luz a las estrellas, mientras las protegía y albergaba dentro del espacio que el cuerpo de la diosa creaba. El propio objetivo del difunto faraón consistía en ser llevado para poder transformarse en una estrella imperecedera. Para ser eterno, era necesario ser una estrella, no había otra solución. Las pirámides y las tumbas reales son la muestra de que no se escatimaban esfuerzos cuando la eternidad del faraón estaba en juego.

En las creencias de muchos pueblos, las estrellas son las almas de los difuntos que han quedado colocadas en el firmamento para siempre.

En las pinturas de las paredes de las tumbas de muchos faraones, se representan las estrellas con cinco trazos emergiendo de un pequeño círculo central. Estas curiosas estrellas representan el emblema de los dioses y almas inmortales.

 

En el Antiguo Testamento y el judaísmo, las estrellas no son criaturas inanimadas, sino que obedecen a los caprichos de Dios y un ángel vela por cada una de ellas. Llegado a este punto, ya no es de extrañar que la estrella sea el símbolo del ángel. El mismo Apocalipsis nos habla de estrellas caídas del cielo, como si de ángeles caídos se trataran.

 

La estrella Polar es por excelencia el trono de Dios desde donde todo se domina, divisa y controla. 

Según la tradición islámica, el lugar mas alto de la tierra es la “Ka’aba”, ya que la estrella Polar prueba que se encuentra debajo del punto exacto que corresponde al cielo. Muchos pueblos han sido los que han dirigido sus oraciones y peticiones hacia la estrella Polar. Por tal motivo, existen numerosos templos asiáticos orientados hacia el norte geográfico.

 

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Grupo de PinamarArt taller de Arte y Diseño

 

 



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